Primeras impresiones

Wednesday, December 13, 2006

ÚLTIMO DÍA

El lunes acabamos de evaluar a los alumnos. Los exámenes, la adaptación en forma de guión, las grabaciones... todo salió mejor de lo que esperaba. Además, el trabajo en grupo fue todo un éxito en 4ºB. Me hubiese gustado poder ir a clase para comentar algunos fallos generales del control, pero fue imposible porque tenían un examen de sintaxis. Parecía extraño que ya fuese el último día. Como hace días escribí, creo que Marta y yo ya formábamos parte del "mobiliario"del colegio; nuestra presencia era normal para alumnos y profesores; para nosotras, también. Y la verdad es que da cierta tristeza pensar que ya está. Hasta Bea nos hablaba sin mirarnos demasiado a los ojos, creo que hemos creado una relación especial, y estoy encantada de haber podido conocerla y de haber aprendido tanto con ella. Ahora ya sólo nos falta la memoria; supongo que en un mes habremos acabado el Cap. Sinceramente, hemos trabajado mucho, pero creo que ha merecido la pena, ha sido una experiencia preciosa. ¿Lo más bonito de todo? Como siempre la relación entre las personas, no sólo con Bea y con Marta, también con los alumnos... No ha sido nada difícil encariñarme con ellos, son estupendos...

Sunday, December 10, 2006

CUARTA SESIÓN

Durante la cuarta sesión, los chicos trabajaron estupendamente. Ya era lunes y estaban más relajados que en la clase anterior. Ya teníamos dos grabaciones hechas, sólo nos faltaban otros dos grupos, y todo salió según lo previsto. Durante la media hora del final hicieron una prueba escrita que les habíamos preparado, para poder hacer una evaluación individual. Momentos antes, estuvimos repasando los conceptos aprendidos durante nuestra secuencia didáctica. Después de haber corregido los exámenes, estoy orgullosa porque casi todos lo han hecho genial. Creo que tienen los conceptos claros, y además se han esforzado mucho con la adaptación.
Y ahora ya nos queda la evaluación. Sinceramente, no suspendería a nadie, porque todos se han implicado mucho. Me parece un poco lioso esto de evaluar; Bea nos dice que simplemente tenemos que constatar si se cumplen o no, en cada caso, los objetivos propuestos al principio y ya está, pero es que tenemos muchas cosas a las que atender: el guión radiofónico elaborado en grupo, la grabación de la adaptación, los controles y los dossiers como pruebas individuales... Bueno, espero que mañana se nos aclaren las dudas, o almenos sepamos por dónde empezar!

Saturday, December 02, 2006

TERCERA SESIÓN


Viernes de 13 a 14 horas, tercera sesión. Antes de entrar en clase pensé "Buf, estarán un poco espesos", supongo que yo también lo estaba. Pronto se confirmaron mis sospechas... vaya clasecita! Bea estuvo toda la hora en otra sala, donde había montado una especie de estudio de grabación. A medida que los grupos fueran acabando de hacer la adaptación debían ir pasando por allí para grabar. Marta y yo estábamos solas...
Y llegó el desorden y se quedó tooooooda la clase para acompañarnos. La mitad de los alumnos llegaron 25 minutos tarde, porque estaban haciendo un trabajo con otro profesor, con el que habían tenido la clase anterior. No sé si esto es algo habitual, pero a mí no me pareció nada bien, ni siquiera había pedido permiso... Lo peor de todo es que alguno de esos chicos que no estaban tenía el trabajo de todo el grupo, con lo cual el resto de grupo estaba esperando. Alguien preguntó si podía bajar a pedirle las hojas y le dije que sí, y que dijera que, por favor, subieran todos, que tenían clase de castellano. Otro profesor entró, y nos preguntó si podía repartir una cosa. Obviamente, le dijimos que sí. Repartió y dijo que en unos minutos traía los exámenes de su asignatura corregidos... Si los alumnos ya estaban espesos eso fue el detonante para que no se calmasen en toda la hora. En cuanto salió, todos fueron a mirar su nota. Les quité los exámenes y les dije que se los daría al final de la clase, aunque me los pedían cada cinco minutos. Lo bueno es que todos los grupos acabaron el trabajo, y dos llegaron a grabar su episodio pero, por mucho que trabajasen, la sensación de caos estaba allí. Por un momento me vi, en vez de corrigiendo las adaptaciones, haciendo de policía: los exámenes custodiados celosamente, regañando a un chico que salió a hacer fotocopias sin permiso, dando permiso para salir a una alumna que se había dejado el estuche en otra clase...
Con todo, creo que supimos controlar la situación bastante bien, dadas las circunstancias. Salí del instituto agobiadísima... En qué momento se le ocurriría al profesor traer los exámenes corregidos en medio de la clase, un viernes, a las 13:30 horas... Estuve un poco enfadada durante un rato, aún no sé muy bien con quién exactamente; habían conseguido sacarme de mis casillas. Me fui a casa a comer y, de camino al trabajo, cuando me acordaba de los chicos, no podía evitar sonreír, a pesar de todo. La verdad es que les he cogido mucho cariño, y me hizo ilusión darme cuenta de eso y de que, por mucho que me enfade y me ponga nerviosa, en un ratito se me olvida. Eso es genial!
Y el lunes acabaremos nuestra secuencia.

SEGUNDA SESIÓN

El jueves llevamos a cabo lo que teníamos planeado para la segunda sesión: trabajar un poco la lectura expresiva, introduciendo algunos conceptos y empezar a hacer la adaptación de la leyenda de Bécquer a guión radiofónico. Los chicos trabajaron estupendamente; incluso nos reíamos porque, pasados cinco minutos de la hora, seguían con su guión. Estaban para hacerles una foto... Vimos que nos haría falta una sesión más; era una pena tener que hacerlo todo deprisa y corriendo por falta de tiempo...

Monday, November 27, 2006

PRIMERA SESIÓN


Hoy ha sido mi primer día como profesora (en prácticas) de instituto. A lo largo de la mañana estaba un poco inquieta, pero me sentía segura de mí misma; este verano había estado dando clases de español en Marruecos y eso ya era tener un poco de experiencia. Hasta aquí bien. Pero cuando vi que sólo faltaba una hora... ¡buf! ¡Qué nervios! ¡La espera se me hizo eterna! Además, yo iba a ser la primera en dar la clase, ¡no tendría ningún referente! Y, por otro lado, parece que ése era el momento idóneo para darme cuenta de que... ¡no tiene nada que ver dar clases de español como lengua extranjera a adultos y dar una clase de ESO!
Por supuesto, cuando entré en clase no sabía ni dónde tenía la cabeza. Repartí los dossiers y empecé la clase siguiendo un guión (¡benditos guiones que nos alumbran en la penumbra!) que me había preparado. Y poco a poco, pasó lo que tenía que pasar: cuando has trabajado tanto en algo con lo que estás entusiasmada, hay un punto en el que la emoción y el entusiasmo vencen al miedo hasta que... hasta que se te olvida el miedo, los nervios y hasta tu nombre. En Marruecos también me pasaba. Pasados los minutos iniciales de toma de contacto, te sumerges en lo que estás haciendo y te olvidas de todo lo demás. Esa sensación es genial, es bonito implicarse al máximo en lo que se hace.
Claro que todo no ha salido perfecto; la perfección no existe, es sólo una aspiración. Podría haber contextualizado más el cuento que hemos pasado como muestra, y no lo hice porque sólo era un ejemplo y el tiempo no me sobraba; podría haber presentado el dossier antes de repartirlo; y podría haber controlado más a los alumnos cuando estaban formando los grupos de trabajo durante los últimos minutos de la clase, porque hubo un par que salieron de clase antes de que sonara el timbre. Podría, podría... Sin embargo, creo que ha salido bastante bien; estoy contenta, porque lo he hecho lo mejor que he podido y porque los alumnos han respondido muy bien. Son tan colaboradores...
Además me ha pasado una cosa graciosa: siempre que me pongo nerviosa me salen una especie de manchas rosadas por el cuello y, al final de la clase, me dice un alumno (que siempre viene a hablar con Marta y conmigo): "Laura, ¿¡qué te pasa en el cuello!? Llevas toda la clase con el cuello colorado!" Y, claro, he tenido que confesarle mis nervios iniciales, aunque no sé si hacía falta, jaja! Eso me ha hecho pensar que... mmmm... debería comprarme algún jersey de cuello alto, sí, creo que lo haré.
Bea me ha felicitado y me ha dicho los puntos débiles, y después nos hemos ido con todos los trastos a la clase de al lado, donde Marta ha dado su clase. También le ha ido genial. Y no sé lo que me ha pasado al salir, pero estaba tan ofuscada mentalmente... Bea y Marta estaban contentísimas y yo, no sé por qué, estaba como con la mente nublada (aunque también estaba satisfecha, claro). Supongo que llevaba toda la mañana como un flan y hasta que no he salido del instituto no he sido consciente de que la primera sensión ya era una cosa hecha y de que... ¡había sido genial!
Otros momentos divertidos: la expectación de las chicas de secretaría, que han visto nuestras caras al entrar y al salir; Bea haciéndonos fotos en clase; y el momento en el que, antes de entrar en clase, nos ha regalado una participación del número de lotería con el que juega el instituto este año, "por si os dais cuenta de que dar clase no es lo vuestro, también hay otras cosas, como ganar la lotería"... (Gracias por el detalle, por la paciencia y la confianza, por poner a nuestro alcance lo que tú has ido aprendiendo... Por todo ello, gracias).
Y continuaremos nuetra segunda sesión el jueves.

Sunday, November 26, 2006

Y, POR FIN, LAS ACTIVIDADES ESTÁN LISTAS

¡¡Ya tenemos las actividades preparadas!! ¡Por fin! Durante unos días hemos estado poniendo, quitando y cambiando cosas, pero el dossier ya está listo. Mañana lunes empezaremos a dar nosotras la clase. Yo, 4ºB; Marta, 4ºC. Esta tarde volveré a mirármelo todo para preparame un guión y ¡mañana será el gran día! Estoy un poco inquieta, porque creo que hemos preparado demasiadas cosas para la primera sesión, y no sé si nos va a dar tiempo, ya veremos. La verdad es que hemos trabajado mucho y es gratificante ver cómo todo sigue su curso... Ya os explicaré la experiencia...

Monday, November 20, 2006

VIENTO EN POPA A TODA VELA...

Los días van pasando, y el instituto donde hago las prácticas se ha convertido en un elemento más de mi cotidianeidad diaria: el ruido del timbre, las caras de alumnos y profesores, el desayuno, el olor de la biblioteca... Creo que hasta puede que yo forme ya parte de ese entorno; al principio todos me miraban con extrañeza (normal, no me conocían), pero mi presencia se ha vuelto también un hecho cotidiano para los demás. Y eso es bonito.
Justo en plena crisis del "y ahora ¿qué voy a hacer" parece que se abre una ventana. Me han ofrecido un trabajo para dar clase de español en Marruecos, de cara al curso que viene. Aún no he contestado, tengo tiempo para pensármelo, pero la verdad es que estoy bastante ilusionada con el proyecto. Es la magia de los imprevistos de la que hablaba no hace mucho; algo inesperado que te hace plantearte las cosas desde otro punto de vista. Estoy muy inquieta, pero me siento genial.
Por otro lado, nuestra SD va "viento en popa a toda vela". A pesar de que a veces tenemos la sensación de no avanzar nada y de que nos falta tiempo, empezaremos nuestras clases el viernes. Parece que asusta el no tenerlo todo perfecta y minuciosamente ligado, pero creo que así será más enriquecedor, porque veremos nuestros fallos en la práctica, y no como meras hipótesis teóricas. Hacerlo todo perfecto sería contraproducente, nos interesa equivocarnos y aprender. Bueno, equivocarnos hasta cierto punto. De todas formas, no creo que tengamos errores enormes; Bea nos guía.

Friday, November 17, 2006

Y...¿ AHORA QUÉ?


Nuestra mañana ha sido interesante. Hemos trabajado sobre nuestro proyecto pero, sin duda, lo mejor ha sido la "tutoría" que Bea nos ha hecho a Marta y a mí, respondiendo un poco a los miedos e inquietudes que nos asaltan estos días (no hay más que ver mis anotaciones de ayer). Hemos estado charlando un rato, en una de esas conversaciones que se dilatan en el tiempo sin ni siquiera darnos cuenta. Supongo que es normal que tengamos miedo ante un futuro laboral incierto; cuesta hacerse un huequito. Habrá que ser constante (la constancia es una virtud). Personalmente, me pasé toda la carrera esperando acabar porque creía que todo iba a ser distinto. Desde comprarme un coche hasta apuntarme a un gimnasio, multitud de cosas iban a ser posibles... cuando acabase la carrera. Sin embargo, uno acaba de estudiar, mira a su alrededor, y... ¿ahora qué?. Ve que nada ha cambiado: ni se está más seguro de uno mismo, ni le llueven las ofertas de trabajo ni nada. Hay que seguir luchando, viviendo. ¿Quién no ha sentido nunca miedo ante el futuro abierto, inimaginable? Bea dice que debemos aprender a perderle el miedo al miedo, que en ningún caso beneficia. Nos mira con una actitud maternalista, recordando en voz alta los días en los que era ella la que temía, y nos dice "tranquiiiiiilas, estoy segura de que triunfaréis". Pues nada, entonces toca vivir el momento y reírse del miedo. Es una garantía ver que Bea confía en nosotras, y la pregunta es ¡¿por qué no lo haremos nosotras mismas?!